Después de varios meses desde que intenté el camino de Santiago,
creo que ya es hora que cuente mi experiencia, no en clave de humor, que
también.., sino como preludio de lo que será la segunda intentona en Mayo.
Un día de ese desgraciado 2012, de repente decidimos hacer
el camino, y para más inri en bicicleta. Tras comprar compulsivamente 2 bicis
que eran más para competir que para lo que las íbamos a usar (si, los dos
somos caprichosos e impulsivos, cosas de la retroalimentación), nos dispusimos a
prepararnos, y, al final lo conseguimos.
En estas, nos dispusimos a partir, sin saber lo que nos
deparaba, ilusos de nosotros creíamos que iba a ser un paseo cual verano azul.
Alquilamos una furgo, con 5 marchas aunque yo intentase
meter una sexta inexistente, en la que ponía una R...menos mal que no me
dejó...y, como suele pasarme, después de despedirme de Mérida, tuve que volver
a pasar por ella porque iba para Sevilla directo, cosas de mi inexistente
sentido de la orientación....
Llegando a San Sebastián, empezó a llover como si fuera a acabarse el mundo, y teníamos que llegar a
la estación de tren, así que, tras montar todo el equipaje en la bici, salimos
hacia allá...y mi compi se dio la primera contra un bordillo, preludio de las
mil siguientes.
Aquí, a mi compi de viaje se le ocurrió retar al santo, hizo
un juramento de que hiciese lo que hiciese terminaríamos el camino, ahí, a voz
en grito, a lo chulo...y así se cabreo el colega y nos la lió....
En el tren, ya camino
a Roncesvalles, se montó una franchute, la cual, dejó a sus perros a nuestro
cargo, y se encerró en el baño.....tras 1 hora de viaje, y siendo fin de trayecto,
nosotros dejamos los perros allí...y ni rastro de la dueña, sospechamos que un
agujero negro se abrió en ese servicio...
El primer día, salimos de Saint Jean Pied de Port. un
precioso pueblecito francés, y, ajenos
todavía a lo que nos esperaba, todavía disfrutábamos de la bici, todo muy
bonito, incluso el frio matutino nos incitaba a coger la bici...hasta que
empezó a nevar, esa subida del puerto de hacia Roncesvalles nevando, ese frío
aterrador que provocaba que se te helasen los cuádriceps y te impidiese
pedalear más...primer día y casi me voy para casa. Tan sólo un señor con una
sola pierna que nos adelantó me hizo seguir...joder si este hombre puede, no
voy a ser menos yo, así que dicho y hecho, llegamos a Roncesvalles, entramos en
un bar totalmente congelados y se lo pusimos perdido, mientras nos secábamos
enteritos con el secamanos del baño, y hacíamos frente a todo el mundo del bar,
que nos decía que estábamos locos....si y qué? (Tan sólo un recuerdo para dos
ciudadanos chinos, los cuales seguramente murieron, dado que las bicis que
llevaban eran del año 2 antes de Cristo e iban en chanclas...DEP)
Los días siguientes no fueron mejores, vientos en contra de
80 km h, que hacían que tuviésemos que pedalear incluso cuesta abajo, lluvia,
tramos de camino impracticables que nos hacían coger las carreteras...con sus
maravillosos camioncitos que no se separaban de nosotros ni 30 cm, con el
consiguiente bamboleo y vida pasando por delante de nuestros ojos.
El día clave para el desenlace final fue la subida al alto
del perdón, el cual, viendo que el día no tenía mala pinta, decidimos hacer por
el camino...craso error...A los 10 Km , de repente, lo que era un bonito camino
de tierra y piedras, se convirtió en un barrizal intransitable, con el barro pegándose
a las ruedas impidiendo que girasen lo más mínimo. Debimos de volver atrás
pero...somos extremeños y es lo que hay, con las bicis a cuesta y las zapatillas
con enganches, como pudimos llegamos arriba, totalmente llenos de barro y
exhaustos(tuve que evitar que mi compi tirase la bici precipicio abajo ...)..pero
bueno, el resto era cuesta abajo, con esos pedazos enormes de barro chocándose
contra nuestra cara...
Después de ese día, siguió el temporal, que nosotros, ajenos
a la vida real por no ver la tele no sabíamos, aunque si sentíamos que ocurría
en España, ciclogénesis explosiva se llama, y no es para tanto desde el salón
de tu casa.
El día 7 entramos en un bar, después de una riña de ciclistas
neófitos que tuvimos en un pueblo, pensando en si continuar o no, a expensas de
que el tiempo mejorase algo, porque sino, era una tontería seguir arriesgando
nuestras vidas...y empezó a granizar, mis risas yo creo que se escucharon hasta
en mi casa...y decidimos pillar un bus para Burgos, y dar por terminado el
camino 2012, con las coñitas de todos los que nos veían montarnos en el bus con
todo el equipo a cuestas.
Sin más, nos dirigimos a burgos, decidiendo que la aventura
había terminado....pero somos Ronco y Moralo.. y por qué no nos vamos a Tenerife?
yo tengo un primo que tiene una agencia...y ahí estábamos, montados en un avión.
En teoría, ahora empezaban las cosas normales, hasta que desde megafonía dicen
nuestros nombres, justo antes de embarcar...y ufff menos mal, tan sólo era un
cambio de asientos, falsa alarma. Aterrizamos en Tenerife, y tras un aterrizaje
digámoslo movidito, al parar dijimos, joder, por fin un viaje normal...hasta
que, de repente, se abre la puerta del servicio y una voz de niño, empieza a
llamar a su madre. La azafata intenta abrir la puerta, pero el niño insiste en
que, o viene su madre o nada. Si amigos, el niño no había pensado en un momento
mejor para ir al baño que unos minutos antes del aterrizaje, y, digamos que
mientras lo hacía, dio varias vueltas dentro del mismo, y lo hizo en todas
direcciones, menos dentro del váter.
Bueno, llegamos a Tenerife, un buen hotel, todo perfecto(bueno,
el hecho de no llevar ni ropa interior en la maleta ni nada útil no ayudó
mucho)....menos el pequeño detalle de que no habíamos pensado en que ninguno de
los 2 tenía un duro, teníamos la friolera de unos 80 eur para pasar 4 días allí
para los 2...nunca olvidaré la experiencia de entrar en un chino y pedirle un
plato de arroz blanco para los 2..y mucha salsa jaja..
Después de una subvención familiar, que nos aseguraba al
menos no tener que estar robando comida del hotel, pudimos hacer las cosas
típicas de la isla...menos salir de noche, no había visto tanto jubilado junto
en mi vida, parecía que la gente de nuestra edad no existía, en serio no os imagináis
lo que era acercarse a cualquier bareto y encontrar aquella estampa...jamás
olvidaré la cara de una señora de La Rioja al decirle yo "Perfecto
Español" creyendo que era alemana...pero Tenerife es bonito, tan sólo elegimos mal el sitio y la fecha, cosas de la
antiplanificación...PD:es inquietante saber que la mayoría de la gente que
estaba allí ya no estará entre nosotros O.o.
El vuelo de vuelta fue normal, tan sólo el pequeño susto de
que el capitán nos diga que se ha quedado sin frenos el avión al aterrizar,
pecata minuta para nosotros....
Tan sólo nos quedaba un tren, tan sólo una oportunidad de
que no nos pasara nada durante uno de los viajes...y todo iba normal hasta
que...dos policías de paisano nos enseñaron sus placas y se pusieron a
interrogarnos...a ver cómo le cuentas tu a un policía que estabas haciendo el
camino de Santiago, y acabaste en Tenerife....bueno, al menos no acabamos en la
cárcel....
Ya en casa, y haciendo recopilación de lo vivido, creo que la
bici nos hizo perdernos muchas cosas del camino, la interacción con la gente, lo
incómodo de llevarla...este año lo terminaremos andando, lo cual , a modo
personal me parece la forma ideal de disfrutarlo.
Sin más, una experiencia imborrable, desastrosa a la par que
maravillosa, la historia de mi vida...y este año toca Japón...a ver como sale
:p